sábado, 13 de febrero de 2010

Museo Artium de Vitoria-Gasteiz



No entiendo de arte. Ni he entrado en el Artium más allá de la zona gratuita de esa lámpara que se mueve, con los cristales. No sé lo que hay dentro. Pero lo que hay fuera...


Por fuera el Artium es penoso. Un edificio que no destaca en su entorno, pasa desapercibido en el cuadrángulo entre la calle de La Esperanza,  Prudencio María Berástegui, Francia, y La Paloma. Cuando toda ciudad tiene su símbolo, aquí nos hemos quedado sin nada.

Así como en Bilbao tienen el Guggenheim, en San Sebastián el Kursaal, en Madrid las Torres de Kio o la Torre Picasso en Azca, la Torre Agbar en Barcelona, el Auditorio Alfredo Kraus en  Las Palmas de Gran Canaria (hablo de edificios modernos no de antiguos). aquí no hay nada moderno que simbolice a Vitoria-Gasteiz.

Para construir esto, estuvieron casi 15 años en obras, que si tiro o no la estación de autobuses, y la tiraron. Que si mantengo el vestíbulo, y tiro lo demás, que si lo tiro todo y a ver que hago. Para cuando se supo lo que iba a haber pasaron 15 años para hacer un edificio que por desgracia, visto desde fuera, no destaca.

También pusieron una escultura llamada "¿La mirada?" , 5 piezas de hierro soldadas de gran altura, pero en realidad , esa estatua no se ha hecho famosa. En su entorno pasa desapercibida, sin llamar la atención ni de nada ni de nadie.

Hay que plantearse el tema, entender que aquí nos falta "algo", no algo antiguo, por fortuna La Catedral  da fama a Vitoria, se está intentando restaurar la Muralla, si bien es cierto que con la muralla han empezado hace poco les deseo lo mejor,  ante La Catedral y ante  la Muralla, me "quito el sombrero". Pero ¿Por qué no lucimos nada moderno?

No lo sé. No ha habido en mi ciudad una construcción en los últimos 25 años que se pueda considerar emblemática. Sí que ha habido casas singulares. El chalet donde se alberga o albergaba (no sé si ya se han trasladado) la Fundación Sancho el Sabio en el paseo de la Senda, es un edificio singular. El palacio de Ajuria Enea es otro edificio singular, al margen de para qué se usa. La llamada casa de las Jaquecas, frente al colegio de los corazonistas también. Al otro lado hay un chalet que tiene una buhardilla, es precioso. Y hay otro edificio singular en la calle Manuel Iradier esquina San Antonio, que tiene una cúpula de color azul... El museo de Bellas Artes, enfrente de Ajuria Enea, también. Ni son todos los que están ni están todos los que son. Seguramente hay más pero no me vienen a la cabeza.Desgraciadamente ninguno simboliza mi ciudad.

CONCLUSIÓN:

A VITORIA-GASTEIZ LE FALTA UN SÍMBOLO ARQUITECTÓNICO MODERNO.


viernes, 5 de febrero de 2010

Tinta de Impresoras (Petróleo multicolor)






Cuando empecé en el año 83 con el Spectrum de Sinclair, la primera impresora que tuve era térmica. Sí, por calor. Una especie de rollo de papel higiénico, color del papel Albal, pero mate que se imprimía de negro al quemarse. Esto luego degeneró en las térmicas de papel blanco que siguen usando ciertos modelos de fax y datáfono, los cuales son muy peligrosos porque el contenido se borra al cabo de X tiempo. Años después descubrí que ese papel térmico de plata se imprimía… metiendo un trozo en el “Magi-Click” que utilizaba mi madre en la cocina para encender el butano.


Hubo impresoras de roseta. Como su nombre indica, tenían las letras como una flor, y un martillo golpeaba, tal como una máquina de escribir. Su capacidad de escritura estaba limitada a los caracteres que había en la roseta o margarita. No he llegado a utilizar ninguna.

Después vinieron las matriciales. Copiaron el tema de la cinta de la máquina de escribir, y en vez de tener una margarita, tenían unas agujas que martillaban por delante a la cinta y con estas agujas se iban haciendo los caracteres. Creo recordar que las había de 9 y de 24 agujas. Para los textos eran pasables, pero para los dibujos o fotos eran patéticas. 

Funcionaban con algo que ya no se estila y era lo que se llamaba el papel continuo. Eran folios de papel unidos, en cuyos laterales había unos agujeros que hacían que el motor de la impresora introdujera de forma automática los folios, y esto era cómodo para textos largos, para hacer listados y cosas de esas.  Ya están muertas, excepción de los talleres de reparación. Les es cómodo porque al funcionar “a golpes” es el único modelo que puede hacer de una vez original y 2 copias. Así tienen original para el cliente, copia para ellos y para hacienda. Pero es en lo único que se salvan.

Después vinieron las de chorro de tinta,  también llamadas de burbuja y las láser. Las láser-color forman parte de un sector que desconozco así que me centraré en comparar las de chorro de tinta con las de láser.

Los cartuchos de tinta son uno de los mayores, si no el mayor fraude que hay en la informática. Por ejemplo. Un cartucho de tinta negra contiene 16 ¡mililitros! así que si promediamos el precio a 20€  un litro de tinta me cuesta la friolera de… 1250€ el litro. Para hacerse los buenos, los fabricantes sacan un cartucho que le llaman XL cuyo tamaño es lo que antes era un cartucho normal. Y claro vale unos 35 €.  A esto tienes que sumar el precio de un cartucho de color, que son unos 40 a 50. Si sumas el precio de los dos, te sale mejor comprar impresoras que cartuchos.

Las impresoras de chorro funcionan de la siguiente manera. Las que solo tienen 2 cartuchos tienen uno de negras y otro de color. El de color dosifica la tinta para hacer los distintos tonos. Tiene un compartimento color azul cyan, otro color magenta, y por  último otro amarillo. Al ser el amarillo el único color primario, todos los cartuchos de color, o casi todos, acaban siempre gastados por el amarillo. Da igual, el azul o el magenta que les quede. El cartucho de color a la basura.  Y a comprar otro y a gastar. Si quieres buena calidad, no se puede llevar a reciclar, la fórmula de la tinta del fabricante está tan bajo llave como la fórmula de la Coca-Cola.

El cartucho negro tiene capacidad para unos 200 folios. Al ser tinta propiamente dicha, como la tinta de una pluma,  si le cae agua encima, aunque sea después de un mes de haberlos impreso la tinta se corre. He visto anuncios de esos que se ponen en la calle que están a la intemperie, y está claro con qué tipo de tinta están impresos.

Hay otro problema. Si el cartucho de tinta  permanece mucho tiempo abierto dentro de la impresora y sin usar… Se seca, se obstruye, y como esto no tiene cura… Otra vez a la basura.

¿Y las láser? Pues bueno, con la carencia del color, tienen sus ventajas. Tienen casi 10 veces mas capacidad de impresión que una impresora de tinta y un cartucho de toner puede salir alrededor de los 50 a los 60€. Sólo hay que comparar el tamaño de los cartuchos y es más que evidente, ¿Cuántas veces has necesitado imprimir algo en color? yo el 95% de lo que imprimo lo imprimo en blanco y negro. Entonces ¿Qué conviene más la láser o la de tinta? La respuesta es…Las dos.

La láser para no gastar tinta a lo tonto. Mi cartucho láser pone el fabricante que garantiza 1500 folios, ya serán menos, pero desde luego seguro que no son 300 ni 400 ni 500 ni 600…  Sino más. A la larga te salen los documentos mucho más baratos con dos ventajas añadidas. La primera es que el toner no se te seca. Aún siendo un producto muy tóxico es el polvillo de la fotocopiadora. Puede estar 5 años en espera, que por eso no va a fallar.

La calidad del texto es en muchos casos superior a las de chorro de tinta, y al ser el funcionamiento como una fotocopiadora, tiene una calefacción que seca el toner, así que no se corre cuando se moja. Su única desventaja y carencia es el color. Pero el precio por folio impreso es infinitamente más barato.

¿Qué hacer? Comprar una de chorro de tinta con escáner 20€ más cara (regalo del fabricante  ), son los llamados multifunción, que por cierto, siempre vienen con impresora de color… y así ya tienes escáner. Y su uso lo justo. Lo que realmente necesitas imprimir en color. Y la láser para todo lo demás. Así lo hago yo y me he ahorrado mucho dinero cuando he impreso manuales largos, que no se me ocurriría jamás imprimir con la de color.

Si insistes en una de color, por lo menos que tenga los cartuchos de color separados, no como la mía que tiene un solo cartucho para tres colores. Aparte de lo que ya he explicado, además quieres esto decir que la tercera parte de la capacidad del cartucho va destinada a un color, la tercera parte a otro, y la tercera parte a otro. UNA RUINA.

Conclusión:

TODOS LOS FABRICANTES DE IMPRESORAS SON UNOS LADRONES.