viernes, 8 de enero de 2010

Nieve



Me encanta la nieve. De pequeño , mi padre me llevaba al “cole” cuando había unas descomunales nevadas. Recuerdo como, las nevadas eran tan grandes y cuajaba tanto que la perra que teníamos, no llegaba a tocar el suelo con sus patas, es decir, había más altura de nieve en las aceras que lo que medían las patas de mi perra. Teníamos que andar lentos y patosos por las calles pero es que es tan bonito. Cuando no íbamos al cole, sacábamos un trineo de plástico con dos frenos a los lados, parecido por el frontal a un coche, de color rojo. ¡Qué recuerdos! Cerca de mi casa que hoy ya todo está edificado, eran campas donde podíamos hacer esto sin miedo a que nos pasase nada.

Los más antiguos de aquí cuentan como se amontonaba la nieve a los lados de las aceras, hasta el punto de no ver la acera de enfrente. Yo , con 43 años no lo he visto o si lo he visto no me acuerdo, sería muy pequeño para poder hablar de este tipo de cosas. Pero he visto verdaderas nevadas en mi ciudad de dejar bloqueados a todos, incluso a los TodoTerreno, nevadas muy copiosas que hoy lamentablemente siguen sin producirse.

Y digo lamentablemente porque la nieve aunque sea incómoda y al final de “su vida” sucia, también trae beneficios. Por un lado lo que hace es arrastrar la porquería que hay en el ambiente al suelo,así se depura el aire. Soy alérgico al polen de primavera. Recuerdo que una primavera nevó y dejé de estornudar. La nieve hizo aquel año mejor trabajo que cualquier antiestamínico y con diferencia. Por otro lado al quedarse en los puntos mas altos de la geografía que son los montes, que es donde nacen los ríos, al tener lugar el deshielo en primavera los pantanos se llenan teniendo agua para el verano, hasta el otoño que vuelve a llover.

También es verdad que causa sus perjuicios. El transporte, tanto de productos como el transporte publico se colapsa. Me acuerdo de haber visto a los empleados de una pizzería llevar las pizzas en los brazos en vez de en cliclomotor o bicicleta. Y recuerdo también como a cierto taller de coches de mi ciudad, se le hundieron las tejabanas del tejado de su pabellón, por que la nieve se acumuló hasta alcanzar 20 cm de espesor y ese peso la tejabana no lo resistió.

Sobre la nieve hay incluso “leyendas urbanas”. Se dice en mi ciudad, Vitoria-Gasteiz, que para que nieve tiene que templar. Nunca lo he entendido. Aquí rara es la vez que hemos pasado de 10º bajo cero, sucedió en el 83 (17º bajo cero) y fue muy duro, pero eso es otra historia. Y entonces digo “¿Y como nieva en Moscú a 25º bajo cero?” Nadie sabe responderme, pero todo el mundo dice que tiene que templar.

El comportamiento del agua es raro y en el caso de la nieve lo es más. Nadie ha descubierto hasta la fecha como surgen esos copos de nieve hexagonales que van cayendo. Ni que condiciones se necesitan para que se forme ahí arriba aparte de la humedad y temperatura. Ni porqué se acumula en formas que tu puedes dar, como por ejemplo , las bolas de nieve, ni qué les mantiene unidos a los copos cuando el hielo no se une y ambos son agua en estado sólido. El comportamiento del agua es un misterio que la ciencia deberá de desvelar algún día.

La nieve se relaciona con la Navidad, en el hemisferio norte del planeta. Gran cantidad de gente que vive en países tropicales, no ha conocido la nieve más que en fotos, pues la verdad, no saben lo que se pierden. Aún estando expuestos al frío, aún siendo incómoda para cierto tipo de cosas… Me sigue fascinando.

Con todo esto, mi mayor deseo es que caiga algún día una nevada de estas que hacen historia. Estoy esperando desde hace tiempo. Nieva tímidamente en mi ciudad, pero no cae una de esas que caía antes que se tiraba 15 días la ciudad blanca. Eso ya hoy no pasa y es una pena.

En la foto, la calle donde yo vivo, con los coches sepultados hasta la mitad de la rueda. La foto está hecha en 2004 y es una buena prueba de como estaban las cosas antes. Desde entonces no recuerdo que haya habido una de esta magnitud. Y anhelo ver algo así… Espero que sea pronto. y espero poderlo contar aquí.

NO TE NIEGUES A LA NIEVE. BENEFICIA MÁS QUE PERJUDICA.



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